Hace unos años, en 2018, Jonathan Smart y Morag McCall dieron una charla en la DevOps Enterprise Summit de Londres. Jonathan es el responsable de Ways of Working en Barklays y Morag trabaja en el equipo de gestión de portafolio de productos del mismo banco. Allí defininieron una serie de antipatrones que deberíamos evitar cuando gestionamos las peticiones de desarrollo a un equipo software. Aquí las resumo:
Comprometerse en exceso
O over-commitment. Se trata de cuando le decimos a todo que sí al cliente, pero en realidad no tenemos ni idea de cuanto producimos en cada sprint.
Ante la pregunta de si me puedes hacer esto y aquello para el próximo mes, la respuesta siempre es sí. El caso es que nos comprometemos a 7 u 8 funcionalidades al mes, pero en realidad nuestro equipo solo produce 3 o 4.
El backlog no para de crecer y la desesperanza de nuestro cliente tampoco. Se han creado unas expectativas que no se van a poder cumplir y que crean frustración al que pide, pero también estrés y agobio al que entrega.
No olvidemos tampoco otra problema importante con esto: como la presión aumenta, se intenta que el equipo pueda hacer todo al mismo tiempo y que esté ocupado a un 120%. Ya sabemos los problemas que traen la multitarea y el estar siempre ocupados. Aquí unos tips para solucinarlo: Cómo manejar la presión y Estoy muy ocupado, pregúntame la semana que viene I y II.
Hambruna y sobreproducción
Esto sucede cuando el cliente, o el product owner/product manager que lo representa, no son capaces de entregar cosas con el ritmo suficiente para el equipo de trabajo. Tardan demasiado en analizar lo que necesitan, en prepararlo y detallarlo para que puedan acometerlo o, lo que suele ser más habitual, no se deciden a autorizar el trabajo una vez creado.
Esto crea una situación en la que al equipo de trabajo no llegan las suficientes peticiones, creando una «hambruna». Ante la indecisión y la falta de trabajo, ellos mismo deciden qué hacer. Comienzan entonces a desarrollar features que, posiblemente nadie necesite, y que no van alineadas con la estrategia del producto o de la empresa. Se crea entonces una sobreproducción.
El atracón y la hambruna
Smart y McCall llaman con este nombre al problema que se da cuando al equipo de trabajo le llega un atracón de tareas y se indigesta con ellas. Lo pasa fatal para terminarlas tardando mucho tiempo.
Se da en esas situaciones en las que se tiene un proyecto clave para la empresa al que se le dan muchas vueltas antes de entregarlo al equipo de trabajo. Se analiza y se perfila mucho, ya que grande y muy importante para la empresa. Cuando finalmente se le da el visto bueno se quiere tenerlo ya.
El equipo de trabajo recibe todas esas tareas de golpe y comienza a trabajar urgentemente en ellas. Lo pasa mal y las horas extra y el estrés son habituales.
Cuando por fin lo entrega, queda casi de brazos cruzados: el cliente está preparando otro gran hito que va a tardar unos meses en tener listo. Mientras, está casi sin trabajo. Es otro momento de hambruna.
Cuando llega el nuevo atracón, todo vuelve a comenzar. Nuevos sudores para digerir todo el trabajo pendiente para luego llevar a un valle de inactividad.
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Referencias:
- The PMO Is Dead. Long Live The PMO by DevOps Enterprise Summit
- The PMO is Dead, Long Live the PMO – Barclays en Youtube.