Es una expresión muy castiza pero no por ello deja de ser cierta. En el mundo de la tecnología las cosas suceden más y más rápido cada vez. A los profesionales TI nos cuesta Dios y ayuda saber qué se está cociendo en cada uno de los nichos tecnológicos.

En el desarrollo de software, por ejemplo, si trabajabas hace unos cuantos años para un banco o hacías un programa de contabilidad, trabajabas en un único lenguaje. En tu primer día de trabajo te dejaban un libro muy gordo que se llamaba «La Biblia de (pon aquí tu lenguaje favorito)«. Todo estaba ahí, la lista de instrucciones, sus parámetros y ejemplos de su uso. Tenían incluso un anexo con la lista de todos los errores posibles. Nada podía salir mal. Después de tres años trabajando te conocías la lista completa de errores y no había instrucción que tuviera secretos para ti.

Lamentablemente alguien empezó a poner los servidores cada vez más lejos del usuario: Primero el servidor de base de datos, escondido al fondo de la oficina por lo que tuvimos que aprender SQL. Luego llegó Internet y junto al servidor de base de datos se puso un servidor de aplicaciones. Hubo que aprender a usar un Tomcat y a programar en Java, PHP o .NET.

Cuando al fondo de la oficina no quedaba hueco para tanto servidor se les buscó un sitio en un centro de datos en las afueras, donde había un montón de servidores de empresas diferentes. Pero no fue suficiente, unos años después Google se llevó los servidores y sus datos aún más lejos, a Arkansas o Arizona, o a ambos sitios a la vez, nadie sabe muy bien. Llegó la computación en la nube y ahora comienza a ser imprescindible programar en NoSQL, MongoDB o Cassandra, pero también con Android y para el iPhone, y …

Ya no basta con tener un título universitario. En menos tiempo del que pestañeamos ya hay dos frameworks nuevos. Tampoco basta con acumular pequeños cursos subvencionados, mal traducidos y con temarios que son un ‘refrito’ de la misma información repetida de curso en curso. Coleccionar diplomas como estampitas te puede dar una falsa sensación de seguridad pero en realidad no te está ayudando gran cosa a mantenerte actualizado.

Afortunadamente, al igual que la tecnología nos obliga a mantenernos al día, también nos ayuda a hacerlo con cursos de gran calidad como los que puedes encontrar en Miríada XedX o Coursera. Muchos de estos cursos son impartidos en inglés ¿no lo dominas? Quizás tu formación debería empezar por ahí. Échale un ojo a webs como busuu.com donde podrás enviar tus textos en inglés para que los corrijan nativos de ese idioma. Mientras, tú puedes corregir los de otros alumnos en español. Te recomiendo también memrise.com que te ayudará a aprender nuevo vocabulario y a recordarte el ya aprendido si hace tiempo que no lo repasas o si cometiste un error cuando te lo preguntaba.

Si te interesa saber más sobre la certificación, estimaciones, ventajas y desventajas de Scrum o cómo gestionar proyectos de forma ágil quizás te interese mi libro: Gestión práctica de proyectos con Scrum.

Si en cambio quieres poner a prueba tus conocimientos de Scrum haciendo un test en español antes de tomar el examen de scrum.org aquí tienes el Test no oficial de Scrum (aplicación realizada con Ruby on Rails y desplegada en Heroku).