Seguro que lo ha vivido alguna vez: le preguntan por cómo va el proyecto que tiene entre manos y usted les indica que está al 90%, pero lleva diciéndoles esto tres meses ya. Mucho se teme que estará otros tres meses más señalando el fatídico 90%.

Los primeros avances fueron rápidos. Se paso del 10 al 30% y luego del 50 al 70% muy rápido. Pronto indicó usted que solo faltaba un 10% para completarlo, pero completar ese 10% le está llevando el 90% del tiempo, ¿por qué pasa esto?

Imagine que tiene diez tareas en el diagrama de Gantt. Una de ellas es la de cadena crítica, la que definirá la duración total del proyecto, el resto se pueden ir haciendo en paralelo y tardarán menos. Cuando tenemos las 9 tareas menores al 100% y la crítica solo al 50%, decimos que el proyecto está al 90%. Después de todo, la mayoría de tareas está terminada. Lamentablemente, la cruda realidad es que está solo al 50%. Solo cuando acabemos la cadena crítica acabaremos el proyecto.

Es esta tarea crítica la que en realidad nos define la duración del proyecto. Las otras son auxiliares y de menor importancia. Por esto nos ha llevado un año para llegar al 90%, que en realidad es solo el 50%, pero tardamos otro año completo cuando solo quedaba, supuestamente, el 10%.

Otro error habitual es el de comenzar las diez tareas al mismo tiempo al inicio del proyecto, aunque no sean especialmente importantes para el avance. Queremos marcar como terminadas cuantas más tareas mejor.

Por desgracias, si intentamos hacer esto, podemos perder el foco gestionando diez cosas a la vez, en lugar de enfocarnos en que la cadena o tarea críticas sean resueltas lo más pronto posible y sin obstáculos. Estas serán las que nos definan la duración del proyecto (y probablemente su coste final).