Lean es un término que proviene del sistema de producción de Toyota que implantó después de la Segunda Guerra Mundial. En Toyota tomaron de estadounidenses como W. Edwards Deming, que acudieron allí a ayudar en la reconstrucción del país, los conceptos de calidad en los sistemas productivos. Aprendieron estos conceptos, pero también los mejoraron poco a poco, añadiendo otros como Lean y Kanban, hasta convertir a fabricantes como Toyota en el líder mundial en producción de automóviles.

Lean en inglés significa algo así como esbelto, en el sentido de carente de desperdicio o “grasa” sobrante. Pasó de ser un término muy popular en la producción de automóviles de la mano de Toyota a serlo también en otras industrias manufacturación y de todo tipo. Años después se crearon, entre otras, metodologías o frameworks como Lean Manufacturing, Lean in Services, Lean Management (gestión y dirección de empresas), Lean Startup o Lean Software Development.

Lean trata de un conjunto de ideas y principios a aplicar en los procesos. No es un proceso en sí o una metodología a aplicar sino más bien, al igual que Agile, es una actitud o forma de pensar que aplicar al trabajo diario. Aunque Lean no prescribe un método a seguir sí que incluye muchas herramientas para aplicar a esta actitud o mentalidad.

Lean se basa en dos principios básicos:

  1. Centrarse en el cliente, es decir, ver el proceso desde su punto de vista. Tratar maximizar el valor que se le proporcionará y reducir los desperdicios o residuos del proceso (waste): Minimizar los recursos usados.
  2. Mejorar todo el proceso que genera valor para el cliente (Value Stream) y no las tareas o procesos individuales. De esta manera se trata de mejorar el flujo general intentando reducir el tiempo usado, el número de personas empleadas y reducir los costes y los defectos de la producción. Si los esfuerzos se centran en mejorar una tarea concreta del flujo se podría estar obviando que el cuello de botella está en otra. No se conseguiría así mejorar el valor generado al final de todo el proceso.

Aquí tienes los cinco conceptos de Lean que ayudarán a comprender mejor esta filosofía para cualquier tipo de proceso:

  • Valor (Value): El generado por el proceso y por el que el cliente está dispuesto a pagar.
  • Value Stream: Cadena de valor que sigue el proceso para añadir más valor al producto o servicio que se están generando.
  • Flujo: Se trata de crear un flujo suave para el Value Stream de modo que no haya cuellos de botella, estrés o desperdicios en algunos pasos de este flujo.
  • Pull: Se “tira” (Pull) o pide del sistema la cantidad correcta de producto en el momento justo y no más o menos. Se reduce la cantidad de stock porque se tiende a producir cuando el cliente lo pide. Por ejemplo, para solucionar embotellamientos en un cruce, colocar un semáforo es colocar un sistema Push, lo contrario a Pull. Se le llama así porque se basa en una predicción de cuánto tiempo tiene que estar parada una vía para dejar paso a la otra y viceversa. Puede tomarse la decisión equivocada y generar más congestión dando el alto a una vía cuando la contraria no tiene vehículos. Colocar una rotonda en lugar del semáforo es un sistema Pull porque los coches hacen uso de la vía a medida que lo “solicitan”.
  • Perfección: Eliminar todos los residuos y desperfectos de la cadena de valor o Value Stream.